Introducido a los cómics en 1963, Magneto fue visto originalmente como un megalomaníaco (adicción obsesiva por el poder y la riqueza a todo lugar). Fue entonces que, por alguna acción divina o cuestión de simple estrategia comercial, los editores comenzaron a explorar la historia del personaje para dar a conocer un villano que, en verdad, es un sobreviviente judio al gran holocausto; por ello, sus intenciones se enfocan en proteger a la raza mutante de un probable destino como el que le tocó vivir a él. De esta forma, Magneto ha pasado de ser un villano a un antihéroe. Incluso, algunos lo consideran como un héroe auténtico.
Ahora, con el éxito de Wolverine, los productores parecen estar más que confiados en la absoluta historia del antihéroe: rumores iniciales apuntaban a que Bryan Singer podría dirigir la versión derivada, pero esto sólo ha quedado en el pasado. Para los seguidores de la franquicia, esta debe ser una excelente noticia. En adición a la nota, ya se cocinan también X-Men: First Class, Wolverine 2 y el spin-off de Deadpool.
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